“La vida de los Santos es para los demás norma de vida”
Con estas palabras en Turín, en el Santuario de María Auxiliadora, el 18 de febrero de 1995, el Arzobispo Cardenal Giovanni Saldarini dio inicio al proceso canónico para cinco causas de beatificación. Una de éstas se refiere a la religiosa Clarisa Capuchina sor María Consolata Betrone. Los indicios biográficos de la nueva Sierva de Dios, nacida en Saluzzo (Cúneo) el 6 de abril de 1903 y fallecida el 18 de julio de 1946 en el Monasterio Sagrado Corazón de Moriondo Moncalieri (Turín) podrían resumirse telegráficamente en la parábola de una vida que duró sólo 43 años, de los cuales 17 en rigurosa clausura. Habría sido así si Dios no hubiera hecho de su breve existencia una incandescente metéora de amor rica de eternidad.
8-2-1995: El Arzobispo Cardenal Saldarini durante la homilía
♥♥♥Oración para la Glorificación de Sor M. Consolata